Demasiadas noches no puedo dormir. Sobre todo esas noches en las que llego a casa llena de alcohol y aliñada con drogas. Me masturbo y aparecen en mis fantasías tu boca, tus manos, tu polla. Y sé que podría llegar al cielo con todo eso. Ya he llegado, has conseguido orgasmos etenos en los que perdía la conciencia de mí misma, del tiempo, del espacio; en los que solo quedaba tu voz de fondo y el placer que estallaba una y otra vez. Sé que tú y yo podríamos flotar y vibrar sólo con sexo. Lo único que me queda ahora es seguir soñando. Y recordando. Y masturbarme con tu recuerdo.