"Cuando vives en la ciudad, aprendes a no dar nada por sentado. Cierras los ojos un momento o te das la vuelta para mirar otra cosa y aquella que tenías delante desaparece de repente. Nada perdura, ya ves, ni siquiera los pensamientos en tu interior. Y no vale la pena perder el tiempo buscándolos; una vez que una cosa desaparece, ha llegado a su fin."
"Hay que acostumbrarse a vivir sólo con lo indispensable. Si uno espera poco, se conforma con poco y, cuanto menos necesite, mejor se sentirá."
"Poco a poco, la ciudad te despoja de toda certeza, no hay ningún camino inmutable y sólo puedes sobrevivir si aprendes a prescindir de todo. Debes ser capaz de cambiar sin previo aviso, de dejar lo que estés haciendo, de dar marcha atrás."
Me encanta esta visión de Paul Auster. Estoy convencida de que la vida es así.
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