martes, 29 de mayo de 2012

Crueldad

He perdido mucho tiempo intentando enterder como funciona la vida, qué es lo que motiva a los demás para actuar, para vivir. Nunca lo he conseguido, claro. No es posible. Nadie puede saber lo que hay en el interior de otros. Es difícil saber nuestras motivaciones; las de cualquier otra persona, por más que nos pueda explicar, hablar mostrar... escapan a nuestra propia comprension.  Pero hay cosas que están demasiado lejos, no ya de conprenderlas, sino de tener una sola razón. ¿Qué puede motivar a una persona para ser cruel con otra? ¿Cual es la razón para que alguien proyecte fuera de sí todos tus miedos, amargura e insatisfacción con la única finalidad de joderte a ti la vida?


domingo, 27 de mayo de 2012

Alcohol.

Pienso si son horas o no de estar borracha. No un poco, el punto que puedes tener un sábado a estas horas, no. Estoy  muy borracha. Casi no puedo leer la pantalla y tengo que corregir tanto que el cursor va más hacia atrás que hacia delante. Pero quiero escribir, auque no sepa el qué. Aunque lo que diga no tenga ningún sentido para nadie, ni siquiera para mí. A veces llego a casa y no puedo recordarlo, demasiadas veces en los últimos meses, y enciendo el ordenador, no sé por qué, no sé qué busco, qué leo, qué espero; pero siempre me sorprendo cuando me levanto con toda mi resaca (a beber agua, que es lo único que me pide el cuerpo) y me lo encuentro encendido, sin saber ni recordar por qué. ¿Qué es lo que mi yo busca en noches alcoholizadas? Llego a casa y...¿por qué no me acuesto directamente a soñar mis vapores de alcohol? Tantos interrogantes dentro de mí y tan pocas pistas para conseguir responderme. Tanta tontería junta para poder llenar un poco de espacio y pensar que mi vida quizá tiene algún sentido. Pensar que todavía hay alguna razón para seguir día tras día intentando vivir. Escribir, solo para creer que existo. O no.


martes, 8 de mayo de 2012

Quiero

Quiero tu lengua en la mía. Quiero tus manos en mi piel. Quiero oir como ronroneas. Quiero saber que volveré a sentirte. Quiero perderme en tus ojos. Quiero sentir tu sudor chorrear sobre mi boca. Quiero oírte gemir. Quiero saborear tu semen en el fondo de mi garganta. Quiero oir de nuevo tus amenazas... o promesas. Quiero gritar sin parar. Quiero tu risa resonando en mi cabeza. Quiero sentir cómo me miras. Quiero necesitar tu deseo.  Quiero esos orgasmos etenos, sin fin, que sólo tú sabes como provocarme. Quiero oirte pedir más. Quiero que me lo des todo. Quiero dejar mi cuerpo en tus manos, mi piel en tus besos. Quiero marcar mis uñas en tu espalda. Quiero ver como el placer te llena. Quiero sentime viva a tu lado. Quiero correrme con tu voz. Quiero sentir como me tiras del pelo mientras me vuelves loca. Quiero sorprenderme al ver como disfrutas entre mis piernas. Quiero ahogarme en tu risa. Quiero perderme en tus abrazos. Quiero que me pidas mi boca. Quiero que sea toda para ti. Quiero oirte gemir. Quiero sentir como te corres en mí. Quiero hacerte soñar. Quiero volver a romper la cama contigo. Quiero olvidar que el tiempo existe. Quiero que me de lo mismo no dormir. Quiero morir de hambre y que no importe. Quiero que la sonrisa de estúpida no se me quite de la cara. Quiero tus besos. Quiero que me mandes. Quiero que me muerdas los pezones. Quiero tu deseo. Quiero verte reir. Quiero soñar. Quiero que tu pasión sea follarme. Quiero saber que te sientes vivo a mi lado.


lunes, 7 de mayo de 2012

El salto a la blogosfera

Intento recordar cuándo descubrí por primera vez los blogs, pero no lo consigo. Seguramente tarde, que yo en todo ando siempre muy despistada. De lo que sí consigo acordarme es de que empecé a leerlos de foma asidua hace unos dos años. Descubrí blogs que me fascinaron, otros que no comprendía, muchos demasiado vacíos y algunos que tuve que leer de principio a fin, sin poder dejarlos, engnachada a vidas ajenas como si fueran parte de mí. Pero siempre he sido tímida y comentar en cualquier blog me resultaba difícil. Nunca sabía que decir o me sentía como una extraña en una fiesta dónde todos se conocían y yo estaba de más. Pocas veces he comentado en los blogs que leo.
Últimamente mi vida ha dado muchas vueltas, muchos cambios a los que me voy acostumbrando poco a poco y, después de haber leído tantas veces sobre la función terapéutica de un blog, me lanzo a escribir uno. Para sacar fantasmas, escupir dolores, vomitar rabia o aclarar ideas. O solamente por ocupar un poco de mi tiempo. O para contarte a ti lo que ya  nunca podré decirte. 
No pensé que alguien pudiera llegar aquí y tener algo que decir sobre lo que yo he escrito. Pero se que en la red mis pasos siempre dejan huella. Lo olvidé. Y cuando me he encontrado comentarios (sólo dos por el momento) me ha hecho ilusión, me ha dado vergüenza y me he sorprendido. Me ha gustado saber que alguien se ha tomado la molestia y el tiempo de leer mis palabras.  Y he tomado la decisión de dar el gran salto final a la blogosfera, superar esa tonta timidez que me impide vivir muchas veces y hacer saber a todos mis adorados escritores de blogs que existo, que estoy aquí, que me encanta leerlos y hasta me ayudan a veces.
Mi primer comentarista ha sido Mr. Rific, lo leo desde hace un tiempo, desde que llegué mediante el blog de Princesa, y me ha hecho reir mucho con sus anécdotas con las mujeres. Es el que me ha inspirado esta entrada, sé que tengo que dar el salto para salir de mi tristeza, de mi mundo interior, de mi autocompasión. Y empezar con la blogosfera puede ser un buen comienzo.
Mi segundo comentarista y primer seguidor ha sido Rorschach. Hace muy poco que empecé a leer su blog, menos de dos meses, pero me tiene enganchada. Escribe como me gustaría escribir a mí y la música que acompaña a sus entradas es siempre perfecta. Estoy leyéndolo de principio a fin, poco a poco, ya que sus escritos requieren tiempo y reflexión, pero es de lo mejor que he encontrado últmamente. Me ha hecho muy féliz ver que es mi primer seguidor. Gracias.


sábado, 5 de mayo de 2012

5 de abril

Hay días que se graban en la cabeza y nunca podré borralos. Hoy hace un mes de uno de esos días, seguramente uno de los peores. El 5 de abril, a estas horas, estaba bebiendo sin parar para olvidar que quizá me estaba volviendo loca. 
La sensación de que la locura habia ocupado mi cuerpo y desplazado a mi yo era absoluta. Mi yo estaba arrinconado, viéndolo todo, sintiéndolo todo, pero sin posibilidad de acción. 
Sólo tenía mi dolor y mi vergüenza. Sabía que ya no querrías saber más de mí. Y lo peor de todo era la seguridad de que la única culpable de todo fui yo. La única causante del dolor que me llenaba, de la locura que me invadía, era yo. Para evitar que me pudieras hacer daño, me lo hice yo. Y a ti te arrastré también. Te hice daño y eso es lo más dificil de perdonarme.
Es muy duro saber que soy capaz de boicotearme a mí misma hasta límites como esos, saber que tendría que haber actuado de otra forma y seguir volviendo una vez tras otra sobre lo mismo, sobre lo que hubiera sido correcto. O simplemente haber huído, pero sin causar dolor, ninguno de los dos lo merecíamos.
La locura no me invadió, tan sólo era dolor disfrazado, tan grande que no sabía que hacer con él. Hoy me siento algo mejor, pero quedó la tristeza, y esa creo que es mucho más difícil de sacar.
Y la certeza absoluta de que no sabré de ti. Y la obsesión que me llena día y noche. Sobre todo por la noche. Apareces en casi todos mis sueños y no se como evitarlo. Aparces en mis pensamientos y no se como no pensar en tí. Apareces en mis orgasmos y la tristeza me inunda.
Quiero seguir siendo tu niña. Grito tu nombre a la noche, al vacío. Al teléfono. Quiero seguir siendo tu niña.